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EL INICIO DEL FÚTBOL CHILENO

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Del deporte amateur a la profesionalización.

El fútbol desembarcó en Valparaíso a fines del siglo XIX, época en que los marinos e inmigrantes ingleses impresionaban a los porteños con apasionantes juegos en malecones y potreros. Al poco tiempo, un periodista y dos comerciantes ingleses reunieron a los clubes para organizar una Football Association of Chile con su respectiva competencia (19 de junio de 1895). La práctica de este deporte fue cautivando a los chilenos, surgiendo así los primeros clubes nacionales: Santiago Wanderers, Santiago National, Rangers y otras improvisadas agrupaciones de norte a sur, que difundieron la práctica del fútbol en diversas competencias amateur.

En 1910, con motivo de las fiestas del Centenario argentino, se conformó la primera Selección Nacional, que debutó oficialmente el 27 de mayo ante el combinado de Uruguay. A partir de 1916, Chile se convirtió en un activo participante del concierto futbolístico internacional: fue uno de los cuatro equipos que disputaron el primer Campeonato Sudamericano celebrado ese año en Buenos Aires (torneo que dio pie a la fundación de la Confederación Sudamericana de Fútbol), y fue anfitriona de la segunda versión del torneo, realizada en el Sporting de Viña del Mar en 1920. Después de su actuación en el Sudamericano de 1926, el equipo emprendió una gira a Europa que culminó con su participación en el primer Campeonato Mundial de Fútbol, efectuado en Uruguay en 1930.

En el ámbito nacional, el fútbol continuó su expansión por todo el país surgiendo nuevas ligas y clubes deportivos. Sin duda el más importante de los formados en la década del veinte, por su devenir histórico, fue el club de fútbol Colo-Colo. En su primera competencia ganaron la Liga Metropolitana, convirtiéndose de inmediato en uno de los clubes más populares del país. Gozando de esta fama, Colo-Colo realizó giras por todo el país enfrentando a los equipos de las ligas de provincia. Su creciente popularidad lo llevó a realizar un viaje por Sudamérica y España. Pero en Valladolid sobrevino la tragedia: su líder y fundador, David Arellano, después de un incidente aparentemente trivial en la cancha, murió en su hotel.

Al finalizar la década del veinte comenzaron a levantarse voces, especialmente de los jugadores, reclamando la profesionalización del fútbol. La idea fue tomando forma y en 1933 un grupo de clubes pide el reconocimiento de una sección profesional al interior de la federación. Nacía así el fútbol profesional chileno.

Texto extraído de Memoria Chilena