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Hitos 2016.
Desde el histórico 4 de julio del 2015, día en que la Selección chilena se había quedado con la primera Copa América de su historia en la definición ante Argentina en el Estadio Nacional, había pasado algo de tiempo, pero el recuerdo estaba aún fresco.
Sin embargo, el desafío de la Copa América Centenario, a jugarse en Estados Unidos, llamaba a ilusionarse nuevamente, pese que muchas cosas habían pasado en el camino, como la caída de Sergio Jadue y la llegada de Juan Antonio Pizzi en reemplazo de Jorge Sampaoli, uno de los artífices de la “primera vez” continental de la Roja.
El comienzo no fue bueno. Derrota 2-1 ante Argentina en el debut del grupo D, y las dudas que se instalaron en los hinchas durante toda la primera fase, ya que a Bolivia se le ganó con muchos problemas (2-1), y ante Panamá parecía un trámite, pero incluso los centroamericanos alcanzaron a ponerse en ventaja antes de que los nacionales pusieran las cosas en orden (4-2).
Pero a partir de cuartos de final todo cambió. Apareció aquel equipo vertiginoso y de juego exquisito, justamente ante un rival de peso, como México, ante el cual el combinado criollo no tuvo contemplaciones y liquidó con un histórico 7-0. La semifinal ante Colombia estuvo marcada por la impresionante tormenta eléctrica del entretiempo, que retrasó el inicio del segundo lapso en dos horas y 29 minutos. Al final, la victoria nacional 2-0 casi que pasó a la anécdota, aunque el hecho era potente: Chile estaba nuevamente en una final de Copa América, y otra vez ante Argentina.
Por supuesto que el antecedente de hace casi un año invitaba a soñar, pero lo cierto era que la Albiceleste de Lionel Messi llegaba como favorita al duelo que se jugó en el MetLife Stadium de East Rutherford aquel 26 de junio. Más si se recordaba que, sólo unos días antes, los trasandinos se habían quedado con el lance válido por la fase de grupos.
No obstante, para una generación que ha dejado en lo más alto a Chile, no hay obstáculos posibles, y en aquella definición se plantó nuevamente de igual a igual ante los dos veces campeones del mundo, estirando nuevamente el suspenso hasta el alargue y los penales, luego de la paridad sin goles.
Y si hace casi un año Alexis Sánchez se había disfrazado de héroe al convertir el último penal de la tanda, esta vez fue el turno de Francisco Silva, casi un incógnito, quien tuvo su día de gloria al mandar al fondo de las redes el último intento nacional y desatar la locura en todo el país. Chile era nuevamente campeón de América. Bicampeón. Una proeza que seguramente pasará años sin ser replicada por una selección nacional.
Triunfo
