El samoano Edward "Eddie" Fatu, mejor conocido en el ámbito luchístico como Umaga, quien fue una de las incorporaciones extranjeras más importantes de la marca estadounidense WWE en los últimos años, falleció la noche del viernes a causa de dos ataques cardiacos y una posterior muerte cerebral, la cual originó que fuera desconectado de las máquinas que lo mantenían vivo en el hospital en Houston.
La muerte del gladiador de 158 kilogramos, quien había sido despedido de la WWE el pasado 8 de junio por dar positivo por segunda ocasión en un test antidopaje, sucumbió fuertemente al mundo de la lucha libre, quienes lamentaron profundamente el fallecimiento del samoano de 36 años:
"Eddie Fatu fue un increíble tipo, uno de mis hermanos, confiaba en él y eso es raro, estoy devastado", externó sus condolencias el luchador canadiense Chris Jericho a través de las redes sociales.
Con el fallecimiento de Umaga, quien venía de regresar de Australia tras haber participado con Hulk Hogan en el HulkMania Tour, se reabre el debate acerca de las muertes de luchadores a temprana edad, mismas que se han evidenciado en los últimos años, tal y como ocurrió con el México-estadounidense Eddie Guerrero, el canadiense Chris Benoit y el mexicano Abismo Negro, cuyas muertes estuvieron relacionadas al excesivo consumo de sustancias prohibidas.
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