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De Río 2016.
La Mandataria Michelle Bachelet entregó en el Palacio de La Moneda la Bandera de Chile a la delegación de deportistas que representarán a nuestro país en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016. “Es un tremendo orgullo recibir una vez más en esta casa de los Presidentes y las Presidentas, a los deportistas que nos representan. Y tal como lo decía Érika Olivera –la abanderada chilena-, muy elocuentemente, nuestra bandera y sus colores representan el esfuerzo, las esperanzas y aquello que nos une como pueblo. Entonces, llevarla al mundo, y a un escenario como los Juegos Olímpicos, es efectivamente un tremendo honor”, afirmó.
La máxima autoridad nacional destacó que “ustedes han entrenado durante muchos años, algunos casi toda su vida, se han sobrepuesto a adversidades y han demostrado también su preparación año a año. Cuentan con el apoyo de quienes, antes que ustedes, llevaron sobre sus hombros las esperanzas deportivas de Chile. Por eso hoy día nos acompañan -y agradezco muy sinceramente el que estén aquí- ex medallistas que ven en ustedes la proyección de sus propios logros”.
Los 35 clasificados a los Juegos Olímpicos que tenemos en este momento –se proyectan 40, superando a los 36 de Londres 2012-, “son los herederos de una tradición de deportes en distintas disciplinas, que representan un gran legado y un futuro promisorio que ustedes pueden escribir”, recalcó.
La Jefa de Estado añadió que “prueba de ello son las 13 medallas que Chile ha obtenido en los 22 Juegos Olímpicos en que ha participado, y el hecho de contar, este año, con el clasificado más joven de la historia de Chile a unos Juegos Olímpicos, Ricardo Soto, en Tiro con Arco”.
En este sentido, dijo la Presidenta, “para seguir construyendo este legado, como Gobierno hemos puesto a disposición del deporte olímpico todo cuanto ha sido posible. El aporte público, de cara a estos Juegos Olímpicos, ha sido de más de 1.060 millones de pesos. Un gran avance en comparación a Londres 2012 cuando, en conjunto por estos conceptos, el aporte público fue de 800 millones de pesos”.
Sobre la abanderada, que ganó tras una votación, afirmó que “sabemos que ser una fondista refleja su vida y su historia personal, que desde las calles de Quinta Normal, primero, y Puente Alto después, Érika nos ha mostrado que el esfuerzo no sirve si no es constante y permanente. Y hoy le hemos entregado a esta deportista excepcional, medallista panamericana en Winnipeg y Santo Domingo, la responsabilidad y el honor de portar nuestra bandera en la ceremonia inaugural y, por cierto, encabezar nuestra delegación”.
Al finalizar su discurso, resaltó que “junto con compartir el sentimiento de orgullo de representar a nuestro país, de llevar la insignia en el uniforme, de ver la bandera chilena en la Villa Olímpica y cantar nuestro himno, piensen que de norte a sur, de mar a cordillera, habrá millones de compatriotas pendientes de sus logros, aplaudiéndolos a la distancia y pendientes, además, de logros que van a agregar muchas alegrías a nuestros corazones”.
