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RYAN SHECKLER: “DURANTE MUCHO TIEMPO, LLEVÉ UNA VIDA MUY RÁPIDA Y HOY APRENDÍ A DESACELERAR”

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El skater de 33 años reflexiona sobre su carrera.  

El skateboarding es un deporte conocido por llevar a los atletas a un extremo, empujando cada vez más el nivel de trucos y habilidades posibles. Son muchos los nombres y leyendas que resuenan en la escena, pero hay uno que sigue grabado en la memoria de las personas: Ryan Sheckler. El skater de California saltó a la fama al ganar su primera medalla de oro en los X Games con apenas 13 años, y luego llegó a las pantallas de todo el mundo con la serie que siguió su vida, “Life of Ryan”. Hoy, con 33 años, estará visitando Chile en octubre, con una inédita demostración en el Estadio Nacional de la mano de Red Bull Drop In Tour. Conoce más sobre su historia aquí. 

Mucho ha pasado desde que veíamos la cara de Sheckler en diarios y TV, y la vida del atleta de Red Bull ha tenido altibajos dignos de una película. Habiendo batallado incontables lesiones, y un arduo camino de recuperación de su relación con el alcohol, el Sheckler de hoy parece haber alcanzado otro plano en su vida. En conversación con Red Bull Bulletin a fines del año pasado, Ryan entregó una mirada a esta nueva etapa, habiéndose convertido en padre por primera vez junto a su esposa, Abigail, y también estrechado su relación con la religión. 

“Hasta hace poco, mi identidad – toda mi vida- había estado ligada al skateboarding. Nunca abordé quién era Ryan como persona. Y al hacerlo, se me abrieron todas estas puertas, y situaciones que antes me hubiesen abrumado, hoy son completamente manejables”, comentó a la revista. El skater pareciera haber llevado su perspectiva, y también su nivel de skate, al siguiente nivel, encontrando más paz y claridad que nunca. “Durante mucho tiempo, llevé una vida  muy rápida, y hoy aprendí a desacelerar”, agregó.  

Y es que la vida de un skater puede ser dura, tanto mental como físicamente. “Probablemente he pasado más de cinco años de mi vida recuperándome de lesiones. Ahí es cuando mi mente se altera, y las preguntas empiezan a surgir. ´¿Estoy hecho para esto? ¿Realmente lo quiero? ¿Qué estoy haciendo?’. Y esas preguntas son muy radicales, especialmente cuando estás en el suelo y no puedes hacer nada”, sostuvo Ryan. Una de las más duras, fue su caída en 2018 en Pomona, donde un intento de bajar por el riel de una escalera de cemento de 18 escalones no salió como lo planeaba, pulverizando los tendones y huesos de su tobillo y fracturándose una vértebra. 

Esta lucha mental, y el largo camino de Sheckler para llegar a donde está hoy, se relata fielmente en “Rolling Away”, el más reciente documental del atleta, que lo acompaña durante la grabación de su última videoparte, “Lifer”, producción que describe como “la más importante de su carrera”.  

El Sheckler de hoy tiene como uno de sus grandes focos el ser un mentor para las nuevas generaciones, y ofrecerles la guía que él nunca tuvo. A través de su marca “Sandlot Times”, su contacto con los jóvenes talentos es constante, dándole un espacio para acompañarlos. “Honestamente, no me interesa mi legado. Cuando las personas hablen de mí, quiero que vean a una persona que ayudó a otros a tener éxito y alcanzar su potencial”, detalló.

Sobre Lifer, y los tres años y diferentes lesiones que le costaron filmarla, dice: “Creo que aún sigo curioso, y adicto a la adrenalina que te da el miedo saludable. Soy adicto al proceso”, sostuvo.