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MEDIO CENTENAR DE PILOTOS EN LOS QUADS

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En el Rally Dakar 2018.

Por lo general, en la época africana eran poco más de un puñado de pilotos en la salida. Al lanzarse al descubrimiento de las Américas, el Dakar también ha ganado un gran número de pilotos de quads, que llevan años recorriendo las pistas y dunas del continente y que rápidamente se han impuesto como los más veloces en la que se ha convertido en la cita más prestigiosa. Aparte de los cinco títulos en la categoría que se reparten los hermanos Patronelli, cabe destacar la nutrida representación sudamericana en los primeros lugares, al haber ocupado 18 puestos en los podios finales del rally desde que la prueba ha atravesado el Atlántico. Y este año, se han inscrito 30 pilotos sudamericanos, listos para tomar la salida del Dakar. Una vez más, no faltan los claros pretendientes al título, pese a la ausencia de los Patronelli. Para empezar está el ganador de 2014, Ignacio Casale, con el CV más impresionante. El piloto chileno, con algún problema físico el año pasado, lograba pese a todo plantarle cara a Serguei Karyakin y finalizaba 2º en Buenos Aires. Desde entonces, ha logrado imponerse en el Atacama Rally frente a parte de sus futuros rivales y ha podido rematar su preparación en buenas condiciones.

En cuanto al régimen de entrenamiento, durante el presente año Casale ha acumulado más de 15 mil kilómetros de entrenamiento en ruta, superando incluso en más de un 50% la totalidad que comprende el recorrido completo del Rally Dakar, pero además, se realizó un trabajo focalizado con la finalidad de aumentar su masa muscular y así tener aún mayor control de su Yamaha Raptor 700.

Casale deberá lidiar en su camino a la meta con vecinos argentinos de primer nivel, como Pablo Copetti (3º en 2017) y el siempre joven Jeremías González (2º en 2015). Los bolivianos tampoco se quedan cortos con su abanderado Walter Nosiglia, 3º en 2016 y dos veces campeón de etapa el pasado mes de enero. Y Perú, que regresa al recorrido del Dakar, podría destacar de nuevo también en la clasificación, como hiciera Ignacio Flores al adjudicarse la primera etapa del Dakar en 2013: se convierte, una vez más, en claro aspirante, junto con su compatriota Alexis Hernández (8º en 2017).

“Me siento en una etapa mucho más madura, he entrenado bien y me siento mejor preparado que cuando gané el Dakar incluso. Voy a salir a atacar desde la primera etapa para hacerme fuerte en Perú, que es una zona que me acomoda por su similitud con el norte de Chile. Ahí espero sacar diferencia, para en Bolivia sólo mantener y cuidarme en un territorio un poco traicionero y si es necesario, vuelvo a pisar a fondo en Argentina. Me siento muy seguro con los cambios que le hice a la moto y confío en que puedo hacer las cosas muy bien para traer de vuelta una alegría a mi país”, aseguró Ignacio Casale.

Pese al dominio global de los sudamericanos, tres pilotos europeos se han impuesto desde 2009: el checo Josef Machacek, el polaco Rafal Sonik y el ruso Serguéi Karyakin. El primero se ha tomado un respiro y no ha logrado encontrar de nuevo la regularidad que le había permitido imponerse en cinco ocasiones en total, pero los otros dos participarán en la pugna. Ese será precisamente el desafío de los dos pilotos de quads franceses que causaron impresión en la última edición: Simon Vitse, que ocupaba la cabeza de la general a mitad de carrera antes de tener que abandonar, así como Axel Durie, 5º en su primer Dakar. Sin embargo, el peligro para los hispanohablantes podría venir de los Países Bajos, con el campeón del mundo Kees Koolen, ganador el año pasado de su primera etapa, así como el expiloto de motos Bastiaan Nijen-Twilhaar. Por último, aunque la categoría ha perdido a Camelia Liparoti, que ha sucumbido este año a los encantos del SxS, se seguirá disputando un título femenino, al que aspirarán la boliviana Suany Martínez y la checa Olga Rouckova.