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ARGENTINA Y ECUADOR DOMINAN EL MEDALLERO EN EL BOXEO

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 II Juegos Suramericanos de la Juventud. 


En una vibrante jornada de finales, disputada en el gimnasio del Centro de Entrenamiento Olímpico (CEO) y con un hermoso marco de público, las delegaciones de Argentina y Ecuador demostraron todo su pedigrí en el boxeo de los II Juegos Suramericanos de la Juventud, sumando tres medallas de oro cada uno.

Argentina fue la clara dominadora en la serie femenina, imponiéndose en las dos categorías en competencia. La primera en llevarse el oro a su país, en la serie de 48 a 50 kilos, fue Oriana Nicole, quien derrotó por decisión unánime a la chilena Kim-Berly Sandoval.

El combate fue parejo en el arranque, pero en la medida que avanzó la brega el trámite se hizo visiblemente favorable a la argentina, aprovechando las falencias defensivas y algún grado de ingenuidad de la pugilista local, quien se vio obligada a ir al frente dada su menor estatura.

La segunda presea dorada para Argentina lo consiguió Viviana Palavecino, en la categoría de 57 a 60 kilos, tras derrotar por decisión dividida a la uruguaya Melanie Ubriaco.

La pugilista charrúa comenzó mejor, imponiendo su estilo elegante, pero cometió el error de esperar demasiado, no decidirse nunca a atacar y dejar que su rival creciera, sobre todo en el tercer round, que al final marcó la diferencia en favor de la aguerrida boxeadora argentina.

El tercer oro para Argentina llegó en la categoría masculina de 50 a 52 kilos, gracias a la victoria por fallo dividido de Josué Agüero sobre el venezolano Alessangel Mayora.

El combate entre ambos pugilistas fue muy entretenido, como se esperaba, con ambos encontrando espacios en las defensas de sus rivales. Al cabo, el mayor alcance de brazos de Agüero fue su mejor arma para marcar la diferencia en las tarjetas de los jueces.

La noche dorada de Ecuador, en tanto, comenzó con el vibrante triunfo del zurdo Billy Arias sobre el panameño Luis Pachay, en un lucido combate por la categoría de 44 a 46 kilos, que mantuvo en vilo a los asistentes, con dos boxeadores que lo entregaron todo en el cuadrilátero.

Arias, sin embargo, fue mucho más preciso a la hora de conectar y complicó mucho a su rival con su recto de izquierda, con el que alcanzó más de una vez el rostro de Pachay. Al cabo, los jueces así lo reconocieron, dándole el triunfo con un fallo unánime.
El segundo oro ecuatoriano se lo llevó uno de los mejores pugilistas del campeonato, Kevin Torres, quien en la categoría de 54 a 57 kilos supo imponerse por decisión unánime al crédito chileno Luis Cruzat, quien como fue habitual durante los Juegos estuvo acompañado por una numerosa y entusiasta barra.

Torres, sin embargo, se sobrepuso al hecho de combatir con el público en contra y ofreció una verdadera cátedra de boxeo, con golpes precisos que, sobre todo en el round inicial, hicieron trastabillar al chileno.

Cruzat, quien llegaba en condición de invicto a este combate, lo entregó todo en el ring, azuzado por el apoyo del público, pero no encontró con la frecuencia que necesitaba los espacios para abrir la cerrada defensa de su rival, quien en el tercer round se dedicó a administrar su ventaja y a esperar al local.

Otro de los grandes boxeadores del campeonato fue el otro campeón ecuatoriano, Renso Folleco, quien en la categoría de 66 a 70 kilos respondió a los antecedentes previos y derrotó sin apelación al boliviano Hassan Avila, por fallo unánime.

Folleco aprovechó su mayor estatura para conectar en forma reiterada a su oponente, quien intentó sin éxito estrechar distancias. El ecuatoriano llevó siempre el ritmo de la pelea y demostró por qué es uno de los grandes proyectos del boxeo de su país.

Pero no sólo Argentina y Ecuador sumaron oros para su medallero. También lo consiguieron el venezolano Jonathan Cisnero, en la categoría de 46 a 48 kilos, y el brasileño Iury Da Silva, en la serie de 60 a 63 kilos.

Cisnero protagonizó el que, quizás, fue el mejor combate de la velada, superando por decisión dividida al ecuatoriano Jonathan Merchan. Ambos lo dejaron todo en el ring, pero la precisión y técnica del zurdo venezolano terminaron por darle el favor de los jueces.

Por su parte, Da Silva lo tuvo más complicado ante el venezolano Deiver Ávila, en una pelea donde pudo pasarle la cuenta su exceso de confianza en el tercer round, al cual pareció llegar con ventaja en las tarjetas, luego de dominar las acciones especialmente en el asalto inicial.

Así lo pensó también el brasileño, quien salió a mantener a raya a su oponente, pero no previó que Ávila sería capaz de vulnerar en repetidas ocasiones su defensa, conectando mejor y llevándose ese parcial. Al cabo, la decisión fue la más estrecha de la jornada: 3-2 a favor de Da Silva.