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EL ESTADO DE ÁNIMO Y NUESTRA ALIMENTACIÓN

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Lo que comemos influye en cómo somos.

Es sabido que para mantener un peso saludable se recomienda una alimentación equilibrada, junto con la práctica de algún ejercicio. Pero no todas las personas pueden cumplir estas recomendaciones ya que, junto con el aumento de peso, también se ve afectada la autoestima, apareciendo cambios en el estado de ánimo y mayor ansiedad. Esto hace mucho más complicado respetar una pauta alimentaria ya que se aumenta el consumo de alimentos calóricos entre comidas, predisponiendo al sobrepeso y obesidad.

Estos cambios anímicos afectan principalmente a la población femenina y con frecuencia se asocia con el estrés.

La relación entre alimentación y estado de ánimo es bastante compleja, se puede decir que hay una interacción de "doble vía"; nuestro estado de ánimo va a influenciar nuestras decisiones sobre lo que comemos, pero también lo que seleccionemos va a tener un efecto en el estado de ánimo consecuente.

Por ello, hay que convertir la comida en una aliada, y saber que ciertos alimentos pueden ayudar a mejorar el estado anímico:

• Alimentos ricos en triptófano: huevos, lácteos, pescados, carnes, legumbres, frutos secos, frutas (plátano, piña, palta). El triptófano es un componente de las proteínas y es necesario para la producción de serotonina, también llamada hormona del humor.

• Alimentos ricos en vitaminas B: cereales integrales, levadura de cerveza, germen de trigo, legumbres, frutos secos, etc. Las vitaminas del complejo B son las que más influyen en el buen funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso.

• Ácidos grasos esenciales: pescados grasos (salmón, atún, jurel), aceite de semillas, frutos secos, germen de cereales, paltas, cereales integrales, etc. Estos ácidos grasos son fundamentales para el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso.

• Hierro: carne de res magra, pollo, y pescados de colores fuertes (atún y salmón). El hierro participa en la síntesis de neurotransmisores.

• Ginseng: potencia la formación de endorfinas a nivel cerebral, aumentando la sensación de bienestar.

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