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Conoce sobre esta lesión y sus tratamientos.
De las lesiones más comunes que puede experimentar un deportista, la rodilla del corredor o runner knee, es un dolor intenso en la cara externa de la rodilla que puede extenderse hasta las caderas.
Las causas pueden ser múltiples:
Una desproporción en el largo de las piernas, que generaría una mala distribución del peso.
Una musculatura débil en el abductor, el músculo a cargo de abrir las piernas.
Una planta del pie con los bordes internos o externos más prominentes que el resto, que alteraría la forma de la pisada.
Una flexión constante de la rodilla sobre terreno muy blando o muy duro, etc.
Algunos consejos para aliviar esta lesión son:
Lo primero que debes saber es cuál es la causa de tu lesión. Cómo te contamos, los factores son múltiples, por lo que es importante que visites a un profesional de la salud que te guíe.
Las personas tenemos distintos tipos de plantas de pie, y de ellas depende como pisamos. Es importante que conozcas la tuya para así determinar el calzado que necesitas. Algunos están hechos especialmente para compensar una mala pisada en particular.
Realiza ejercicios que trabajen el glúteo medio y el core, el centro de gravedad del cuerpo que se ubica en el abdomen y la parte baja de la espalda. Te serán útiles tanto para tratar la lesión como para prevenirla.
De manera muy cauta, realiza ejercicios de flexión y extensión de tu rodilla. Te ayudarán a recuperar la fortaleza y flexibilidad. Si sientes dolor, suspende el ejercicio y consulta a un especialista.
Por último, descansa. La rodilla del corredor no es un mal menor. Utiliza hielo para reducir la inflamación y recuéstate con la pierna extendida hacia arriba.
Fuente: Roberto Jiménez, Kinesiólogo, Rehabilitación Deportiva, Nutrición Deportiva de la Universidad Santo Tomás.
