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Una dura jornada fue la que vivió este miércoles Cristóbal Guldman, tras cruzar uno de los tramos más complejos que ha tenido esta edición del Rally Dakar.
La tercera etapa contempló el tramo entre San Miguel de Tucumán y San Salvador de Jujuy en donde el piloto iquiqueño debió correr 364 kilómetros cronometrados combatiendo los cerca de 4 mil metros de altura sobre el nivel de mar y las duras condiciones que proporciona esto.
En general Guldman tuvo una buena carrera, logrando escalar hasta el puesto 66. “Fue un día favorable para mi, había mucho técnica a diferencia de las otras dos etapas. Estaba bien complicado, pero eso me favorece” detalle el piloto que corre con el número 96.
Pero no todo es miel sobre hojuelas y es eso lo que caracteriza al Dakar. Después de subir varios puestos, Cristóbal debió enfrentar las inclemencias del clima. “Cuando subimos al altiplano nos agarró primero la nieve y después una tormenta eléctrica lo que dificulto todo” comenta Guldman, agregando que después de eso tuvieron que pasar por una laguna seca que con esas tormentas quedó convertida en una “laguna de barro imposible”. Fue en ese momento, cuando la estaba atravesando, que se quedo atrampado, “ahí perdí todo lo ganado. Por suerte logré salir y no me fatigue tanto, porque al quedar trancado y a 4 mil metros de altura, sacar la moto yo solo no fue fácil… hoy sentí que comenzó realmente el Dakar”
Para la cuarta etapa espera que sea igual de buena como fue el comienzo de este día. “Lo único que espero es que no tengamos tormenta, con eso creo que haré una buena carrera”, finaliza.
