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Y está pensando tomar acciones legales.
No lo ha pasado nada de bien en los últimos meses el capitán del Team Chile de balonmano. Se lesionó el 17 de febrero, por culpa según él, de los médicos de su club el Orlen Wisla Plock: no dieron cuenta de la gravedad de su lesión en la rodilla, lo que llevó al chileno a jugar tres partidos muy importantes por su club, pero que generó la rotura de sus meniscos y una importante lesión en uno de sus cartílagos.
Los hinchas del club polaco, los mismos que lo alabaron a su llegada calificándolo como la mejor contratación, le dieron la espalda, lo llamaron cobarde, poco hombre, sacándole en cara que no quería seguir jugando y que todo era un invento.
Sin embargo, el tiempo le ha dado la razón al mejor jugador nacional de la historia del balonmano. Hoy está en plena recuperación queriendo que esta pesadilla pase lo más rápido posible.
“Estoy muy bien. He tenido un buen trabajo de recuperación. Cumplo un mes y 3 días de la operación. Tuve un pequeño retroceso por una inflamación, pero esperamos que en tres meses estaré listo para poder jugar”, señaló Marco Oneto.
Los 3 meses se cumplen el 23 de junio, y el torneo Panamericano empieza el 18 de ese mes, por lo que ve muy difícil poder llegar a la competencia continental.
“Todo va a depender de la resonancia que me tome en un mes más para ver el tema del cartílago. El menisco no es mucha complicación. Los médicos tienen que valorar qué porcentaje de las células madres se adhirieron al cartílago y cómo quedó” agrega el deportista.
¿Tienes confianza que todo saldrá bien, Marco? “Sí, Fernando (Radice, el médico) confía que todo saldrá bien, pero yo igual me pongo en todos los escenarios. Desde dejar de jugar como también de volver para la próxima temporada”
Entonces, ¿has pensado en tu retiro tras esta operación? “Sí, porque hay que tomar en cuenta que yo ya cumplo 34 años ahora en junio, y hay que valorar el tema después de la carrera deportiva. No quiero dejar a futuro mi rodilla mucho peor. Pero, todo indica que el tema va a ir bien.
¿Vas a intentar apurar la recuperación para llegar al Panamericano? No, porque no me puedo apurar. Si yo lo hago, todo el trabajo que he hecho con las células madres se perdería. Tenemos que asegurarnos que el trabajo que se ha hecho durante este tiempo quede bien.
¿Cómo quedó la relación con tu último equipo en Europa?, ¿Te apoyaron en todo esto? No. Yo me vine a operar aquí porque no confío en ellos, por cómo fue el tema médico, por lo tanto yo me desvinculé del club. Tenía un año más de contrato, pero no quise seguir ahí porque todo lo que me ha pasado ha sido por una negligencia médica. Sigo con contrato hasta fines de junio, pero no voy a volver a Polonia.
¿Por qué hablas de negligencia médica, Marco? Yo tuve varios golpes directos a la rodilla y eso generó un poco de líquido. Ellos me hicieron una resonancia que según me dijeron, arrojó que tenía los cartílagos y los meniscos bien y que sólo tenía un golpe. El fisioterapeuta me aseguró que sólo era un golpe y que en 3 días estaba listo. Al día siguiente jugábamos un partido de la Champions y tres días después otro. Al tener estos compromisos tan importantes y supuestamente mis meniscos y cartílagos estaban bien, decidí jugar para ayudar al equipo.
¿Y qué ocurrió en esos partidos? Terminé el último partido con la rodilla muy mal. Pasaron algunos días y el médico del club me analizó y me dijo que tenía un ganglio inflamado y que me iban a poner una inyección con corticoides. Después de 3 días iba a quedar bien y podía, según ellos, jugar el próximo partido contra Paris Saint Germain.
Sin embargo, no creíste mucho y fuiste a ver otros médicos… Por mis compañeros de equipos supe que había una clínica deportiva que tenía acuerdo con el club pero que los médicos no le informaban a los jugadores. Fui a revisarme, les mostré los exámenes e informes de los médicos del club, y lo primero que me dicen en esta nueva clínica, que esa resonancia (realizada antes de los últimos 3 partidos) aparecía que tenía un corte en el menisco y un pequeño problema en el cartílago. Ante esto, deciden hacerme otra resonancia. Y claro, estaba totalmente destrozado el menisco y la lesión de cartílago mucho más afectada.
¿Piensas llegar a una instancia legal por esta negligencia? Sí, por supuesto. Pero todavía no he querido meterme en eso. Esta lesión fue el 17 de febrero que fue el último partido que jugué yo. Sin embargo, sólo pude salir de Polonia para venir a operarme aquí en Chile el 21 de marzo.
Después de todo esto que has tenido que vivir, ¿Cómo estás en estos momentos? Muy bien, estoy muy tranquilo. Cuando me lesioné estuve muy bajoneado, perdí 7 kilos y al venirme para acá me llena más de energía. Ha sido un golpe anímico importante. Pero, estoy convencido que me voy a recuperar. Esta es la lesión más grave en los 16 años de carrera y sé que voy a salir adelante.
