
En esta cuadragésima primera edición del Gran Premio de la Hermandad.
Una de las tantas historias que son parte de esta tradicional competencia, como es el Gran Premio de la Hermandad, es la que protagonizan los hermanos Villarroel, dos muchachos fueguinos que son parte de una familia fierrera y que llevan muy adentro el sentimiento de esta carrera, tal es así que en esta edición van detrás de un sueño el cual, es poder dar la vuelta para dedicárselo a su padre que falleció hace poco tiempo.
Arriba de un VW Gol de tercera generación, y con el número 480 en sus laterales, los hermanos Daniel y Gabriel Villarroel serán de la partida en esta cuadragésima primera edición del Gran Premio de la Hermandad y por ello cuentan su historia y sus preparativos previos al inicio de la competencia.
Al momento de hablar de los preparativos relacionados con el auto, el primero en hablar, fue Daniel Villarroel, quien comentó que “el auto quedó entero después de lo que fue la carrera del año pasado, lo único que tuvimos que hacer es el motor porque el año pasado lo rompimos; así que este año era solamente dedicarnos a armar el motor. De esta forma estuvimos trabajando duro con mi hermano, buscando todas las cosas que se necesitaban para poder dejarlo bien armado y en línea de largada, aunque no era mucho lo que había que hacer. Después hicimos un repaso general de todo, y por ahí le dedicamos mas tiempo a armar el auto de mi otro hermano (Raúl) que también va a correr; debutará este año con un Sendita. Por suerte nuestro auto no se golpeó el año pasado, el camino estuvo seco; así que no tuvimos mayores inconvenientes y eso hizo que no tengamos tanto trabajo este año”.
Hoja de ruta y reconocimiento
Al momento de hablar sobre el reconocimiento del camino y el trabajo en la hoja de ruta, el piloto reconoció rápidamente no haber visitado en muchas ocasiones el sector chileno, pero sí la parte argentina. “Te soy sincero, solo fuimos una vez al sector chileno y estaba seco en el momento que pasamos, pero después por comentarios de otros pilotos conocidos, me enteré que ha cambiado mucho, que estuvo nevando, después mucho barro, así que es una zona muy variable. Igualmente estamos a una semana de la carrera y todavía no se sabe cómo va estar el piso en esa zona. Pero en lo que es el sector argentino sí, estuvimos recorriendo todo lo que es Flamenco, La Arcillosa, y nos encontramos con mucho barro, muchísima agua y muchos huellones; espero que cambie un poco porque va a estar complicado, y en caso de no cambiar creo que será una carrera muy dura y pareja para todos”.
Las manos con marcas y con rastros de grasa, son las típicas manos de un mecánico que trabaja a destajo para que su propio auto esté en perfectas condiciones a la hora de la largada y en este caso Daniel Villarroel explica cómo se siente con su hermano de navegante y el trabajo que realzan. “Este sería nuestro debut, por decirlo de una manera, porque el año pasado no alcanzamos a hacer ni el 30 por ciento de la carrera, así que tanto yo como mi hermano estamos debutando como binomio y nos estamos conociendo arriba del auto, mas allá de que somos hermanos, es necesario conocerse arriba del auto, es por eso que el tema de la hoja de ruta está medio complicado. Yo pienso que es confianza entre los dos y recorrer el camino, después mas o menos nos manejamos bien.
Por su parte, Gabriel Villarroel, el navegante del equipo, dio su consideración sobre la hoja de ruta, algo muy importante en el rally moderno, y dijo que “en principio no le damos mucha importancia a la hoja de ruta, sabemos que es importante. Vamos directamente a recorrer el camino y marcar el trazado, pero el tema del clima, al ser muy cambiante, hace que a veces el camino se modifique, así que nosotros hacemos hincapié en el reconocimiento del camino. Hay algunos cortes que tenemos marcados en una hoja; pero nosotros mas que nada recorremos el camino para familiarizarnos con el lugar”.
El objetivo y la Hermandad
“El objetivo es pegar la vuelta. Es lo que estamos buscando los dos. Fue lo que tratamos de hacer el año pasado y no pudimos, así que bueno, este año vamos por lo mismo. No vamos a salir a correr a nadie ni nada de eso. No tenemos experiencia, no queremos cometer ningún error ni que nos pase nada, nosotros solo queremos pegar la vuelta tranquilos”, comenta Daniel Villarroel, luego de un paso sin suerte en la edición del año pasado que los dejó marcados.
Con respecto a la carrera, Villarroel dio a conocer sus sensaciones y como imagina la misma. “Yo imagino una carrera en la que, si llega a haber mucho barro, puede ser para cualquiera. Yo no te digo que vamos a salir a andar despacio, pero vamos a tratar de dar un paso rápido, tratando de ir bien arriba del camino y lo mas rápido que se pueda; así que creo que va a ser una carrera linda. Yo si bien no tengo mucha experiencia en lo que es manejando, sí conozco del tema porque siempre me dediqué a armar autos de carrera en la parte mecánica y la última vez que corrí fue como navegante en el año 1999 en las 24 horas. Y pienso que cualquiera que anda en un auto de carrera es porque tiene un cierto grado de ´locura’ y a nosotros nos encantan los fierros y vamos a andar lo mas rápido posible. En este caso muy especial mi papá nos empapó en este tema de los fierros y nos hizo fanáticos del automovilismo y los fierros”.
En medio de un discurso humilde y sumiso, Daniel Villarroel da un fuerte suspiro y se emociona al ser consultado por lo que siente por la carrera de la Hermandad. “Yo hablo del Gran Premio de la Hermandad y me emociono. Me emociono porque me hacer recordar a mi papá, porque él estuvo muchos años corriendo. Justamente es como que tengo una cuenta pendiente con eso porque yo le armé dos veces el auto a mi viejo y no pudimos correr por distintas circunstancias y en ambas oportunidades lo iba a hacer con mi hermano; así que cuando armé este auto que tenemos ahora no dudé en ningún momento de decirle a mi hermano Gabriel que me acompañe, justamente para poder cumplir ese sueño trunco que tengo, que sería además un deseo que tengo de poder dar la vuelta en homenaje a mi padre y justamente con mi hermano de acompañante”.
Agradecimientos
“Quiero agradecer en especial a mi familia, a mi mujer, a mis hijos, que me aguantan en esto; también a la familia de mi hermano, y a él, porque ademas de ser navegante, busca publicidades al igual que mi hermano Miguel Angel; a todos los chicos del taller, a todos los amigos que pasan y nos dan una mano, y un agradecimiento muy especial a mi vieja, que si no fuese por ella no sé cómo haría para armar el auto, porque yo trabajo en el garaje de su casa , y no solamente mi auto sino el de mi hermano también, y es un garaje de una casa y todo a pulmón”.
Diario El Sureño Ahmedabad
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