De la categoría turismo carretera 5000 c.c.
La fiesta del motor que propuso el automovilismo chileno finalmente quedó en manos de pilotos argentinos. Una verdadera integración de los fanáticos de siempre que llevan la pasión de esta disciplina en el alma.
El marco de público fue importante, considerando que se presentaba una sola categoría. En total se acomodaron en grilla de largada 24 máquinas, a causa de la imposibilidad de algunos pilotos de llegar a la ciudad. Incluso hubo un transporte con 8 máquinas provenientes de Santiago de Chile, que fueron a cargar los autos a Puerto Montt en transbordador, luego a Puerto Natales, siendo trasladados en camión y pasando por Villa La Angostura y mil formularios. La promesa de volver en otra oportunidad antes de fin de año deja abierta la puerta para que la gente que concurrió durante sábado y domingo al circuito genere entusiasmo a quienes se lo perdieron.
Indudablemente la unión de voluntades, tanto chilenas como argentinas, tuvo el mejor de los resultados. Una idea que surgió en el seno de la dirigencia prendió fuerte en aquellos que, del otro lado de la frontera, la supieron valorar.
Los pilotos visitantes coincidieron en un punto particular: el autódromo es de los mejores.
Las tandas
Con mucha expectativa, se acomodaron 15 máquinas en la recta principal del José Muñiz, prestas a cumplir con los 8 giros por el circuito 3 sin chicana.
Fue Marcos Ortiz el que se impuso en esta oportunidad, encabezando el grupo que tuvo a Adrián Riestra en el segundo lugar, a Pablo Capkovic en el tercer puesto y a Mauricio Melo en la cuarta ubicación. Máquinas que evidenciaron todo su potencial a lo largo del recorrido.
La ventaja local estuvo en el conocimiento casi de memoria del circuito, la visita reconoció esta cuestión, pero no puso ni una sola queja al respecto, todo lo contrario, disfrutó la posibilidad de correr en un circuito de las características del riogalleguense.
Dentro de las notificaciones registradas oficialmente, se cuenta el recargo de 10 segundos al auto de Luis García por largar fuera de cajón y la exclusión parcial del auto de Manuel González por técnica.
Segunda serie
Doce máquinas se acomodaron frente al semáforo de largada. Sólo 7 completaron los 8 giros pautados, otros cuatro cumplieron con 7, uno con 6 y Jorge Trevotic fue el único que no pudo completar un giro.
El primer puesto fue para Iván Alberoni con un tiempo de 10:11:437, seguido por Oscar Núñez, Smiljan Coro, Daniel Gutiérrez, Víctor Mallada y José Díaz.
José Díaz tuvo que cumplir con una penalización de 10 segundos de recargo por adelantarse en la largada.
La gran final
Si bien el horario de largada era a las 16:00, la cosa se retrasó casi media hora, pero fue una cuestión que se minimizó dado el buen clima que se generó y el entusiasmo generalizado.
Para el momento de la definición hubo 24 máquinas apostadas en los cajones de salida. Los duelos fueron permanentes entre los pilotos locales, que apostaron aditamento y espectáculo a lo que finalmente se convirtió en una fiesta de ruido de aceleradores a fondo con motores al máximo rendimiento.
Eran 12 giros a cumplir que sólo completaron 6 máquinas. El podio final fue para los riogalleguenses. El primer lugar quedó en poder de Adrián Riestra, seguido por Oscar Núñez y Daniel Gutiérrez. El cuarto lugar lo ocupó Raúl García, quinto fue Pablo Capkovic, luego llegaron Víctor Mallada y Karls Pagels.
La mejor vuelta la dio Núñez con un tiempo de 1:15:045, a una velocidad promedio de 142,475 kilómetros por hora. Hubo medallas para todos y una multitudinaria concurrencia en el podio de premiación, cerrando de la mejor manera una doble jornada donde hubo más integración que competencia.
Los que no pudieron asistir tendrán la posibilidad de volver a ver estas máquinas antes de fin de año. Los lazos de integración permiten vislumbrar que esta no fue la única presentación, sino la primera de muchas.
Texto: La Opinión Austral
(Fotografía desde Río Gallegos, Argentina:
por Danipan Fotografía en Facebook).
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