Reflexión sobre los próximos Juegos Binacionales de la Araucanía.
Ojalá que esta nueva e importante experiencia de albergar por primera vez en 20 años una edición de los Juegos Binacionales de la Araucanía sirva para comenzar a trabajar por un deporte grande y en serio.
Ojalá que esta nueva e importante experiencia de albergar por primera vez en 20 años una edición de los Juegos Binacionales de la Araucanía sirva para comenzar a trabajar por un deporte grande y en serio. Ojalá que de ahora en más el presupuesto del deporte sea utilizado para formar y apoyar a grandes deportistas, que los tenemos y a granel, Tierra del Fuego es un semillero de futuras potencias deportivas que la mayoría de las veces llegan a un límite acá sin poder salir a medirse con sus pares de otros lugares porque se cansan de tocar puertas que nadie les abre.
Hay que comenzar a pensar en grande de verdad, ir construyendo poco a poco la infraestructura que sirva para albergar en un futuro a los Juegos de la Araucanía y los Evita Nacionales, pero hay que tener muy claro que estos no son los únicos eventos deportivos. El deporte no se resume solo en Araucanía y Evita. El deporte está conformado por un amplio abanico de disciplinas integrado por una cantidad increíble de gente que cada fin de semana son los grandes protagonistas. Pero la realidad que tenemos hoy al alcance de la mano son los Juegos de la Araucanía que parecían prohibidos e inalcanzables para Tierra del Fuego, desde que el proyecto se comenzó a gestar hubo palos en la rueda, pero lo mismo pasó cuando se fundó la Agencia de Deportes Municipal en Río Grande. Poca gente confiaba en el proyecto que hoy después de años sigue de pié.
Con los Juegos pasó lo mismo, era mucho más fácil criticar que apoyar y buscar entre todos la solución para dejar de verlos pasar, con la ñata contra el vidrio, como si fuéramos meros espectadores de algo que para nosotros seguiría siendo el sueño del pibe. Y hoy ese sueño se convirtió en realidad porque vino un Gobierno que tomó al toro por las astas y dijo: Los hacemos. Más allá de si la infraestructura es poca o no, había que dar el primer paso y Ríos lo dio, se tiró a la pileta, ojalá no sea en vano, y Tierra del Fuego será sede de la 20ª edición. Ahora hay que apoyar, cada uno de los que estamos inmersos en el mágico mundo del deporte, a veces no tan mágico, con palos en la rueda, que siempre los habrá por eso del que hace se equivoca y el que no critica. Llegó la hora de demostrar cuanto amamos al deporte los que trabajamos en pos de hacerlo grande lejos de intereses mezquinos, a la sombra de una bandera de un solo color: La deportiva.
También sería bueno que desde ahora, y que no sea un sueño, además del presupuesto para el deporte los que rigen sus destinos trabajen codo a codo por una Tierra del Fuego sana con gente que quiere ser campeona y que se sienta contenida por los que los tienen que apoyar para hacer posible que sus sueños no queden en casa y se escapen al mundo.
Ojalá que esta nueva e importante experiencia de albergar por primera vez en 20 años una edición de los Juegos Binacionales de la Araucanía sirva para comenzar a trabajar por un deporte grande y en serio.
Ojalá que esta nueva e importante experiencia de albergar por primera vez en 20 años una edición de los Juegos Binacionales de la Araucanía sirva para comenzar a trabajar por un deporte grande y en serio. Ojalá que de ahora en más el presupuesto del deporte sea utilizado para formar y apoyar a grandes deportistas, que los tenemos y a granel, Tierra del Fuego es un semillero de futuras potencias deportivas que la mayoría de las veces llegan a un límite acá sin poder salir a medirse con sus pares de otros lugares porque se cansan de tocar puertas que nadie les abre.
Hay que comenzar a pensar en grande de verdad, ir construyendo poco a poco la infraestructura que sirva para albergar en un futuro a los Juegos de la Araucanía y los Evita Nacionales, pero hay que tener muy claro que estos no son los únicos eventos deportivos. El deporte no se resume solo en Araucanía y Evita. El deporte está conformado por un amplio abanico de disciplinas integrado por una cantidad increíble de gente que cada fin de semana son los grandes protagonistas. Pero la realidad que tenemos hoy al alcance de la mano son los Juegos de la Araucanía que parecían prohibidos e inalcanzables para Tierra del Fuego, desde que el proyecto se comenzó a gestar hubo palos en la rueda, pero lo mismo pasó cuando se fundó la Agencia de Deportes Municipal en Río Grande. Poca gente confiaba en el proyecto que hoy después de años sigue de pié.
Con los Juegos pasó lo mismo, era mucho más fácil criticar que apoyar y buscar entre todos la solución para dejar de verlos pasar, con la ñata contra el vidrio, como si fuéramos meros espectadores de algo que para nosotros seguiría siendo el sueño del pibe. Y hoy ese sueño se convirtió en realidad porque vino un Gobierno que tomó al toro por las astas y dijo: Los hacemos. Más allá de si la infraestructura es poca o no, había que dar el primer paso y Ríos lo dio, se tiró a la pileta, ojalá no sea en vano, y Tierra del Fuego será sede de la 20ª edición. Ahora hay que apoyar, cada uno de los que estamos inmersos en el mágico mundo del deporte, a veces no tan mágico, con palos en la rueda, que siempre los habrá por eso del que hace se equivoca y el que no critica. Llegó la hora de demostrar cuanto amamos al deporte los que trabajamos en pos de hacerlo grande lejos de intereses mezquinos, a la sombra de una bandera de un solo color: La deportiva.
También sería bueno que desde ahora, y que no sea un sueño, además del presupuesto para el deporte los que rigen sus destinos trabajen codo a codo por una Tierra del Fuego sana con gente que quiere ser campeona y que se sienta contenida por los que los tienen que apoyar para hacer posible que sus sueños no queden en casa y se escapen al mundo.