De Los Medios Internacionales.
Cada año muere uno de cada 200 mil atletas, pero el número es mucho mayor si se tiene en cuenta que sólo tienen difusión los deportes masivos. Qué es, cómo se produce y cómo prevenirla. Los casos más rutilantes de los últimos años y las explicaciones de médicos que hablaron con Infobae.com
Probablemente la mayoría de la gente no se acordará el nombre de aquel camerunés, pero a muchos les quedarán grabadas en su memoria las impactantes imágenes de televisión que filmaron los último momentos de su vida, cuando cayó fulminado y falleció en medio de un campo de juego.
La muerte súbita es un tema que levantó el volumen en el mundo del deporte y la prevención de este tipo de casos comenzó a tomar una notoria importancia.
Mucho se habló y se sigue hablando acerca de las precauciones que deben tomarse en los deportes de alta competencia, donde muchos deportistas son sobreexigidos físicamente y pueden alcanzar niveles críticos en su resistencia.
Pero antes de seguir hablando del tema hay que explicar qué es la muerte súbita. Según el doctor Norberto Debbag, un cardiólogo especialista en deportes con quien se comunicó Infobae.com, "se denomina muerte súbita a la que ocurre de forma brusca e inesperada dentro de la primera hora del inicio de los síntomas, en un individuo supuestamente sano, como sería el caso de un deportista, lo que lo hace más temible".
Los síntomas son los conocidos por el público en este tema debido a las ya mencionadas imágenes televisivas. Palpitaciones, dolor de pecho, desmayos, todos esto puede transformarse en un augurio de que lo peor puede suceder.
Pero para tomar conciencia e intentar prevenir estas situaciones, primero hay que conocer qué es lo que causa una muerte de este tipo. En cuanto a la actividad de los deportistas profesionales, se pueden tomar varias causas: desde problemas cardíacos hasta consumo de drogas.
Varias son los factores que pueden provocar la inesperada muerte, pero sin duda hay una enfermedad que es la principal causa en los profesionales, llamada Miocardiopatía Hipertrofia Idiopática. Jorge Franchella, médico deportólogo, explica que se caracteriza porque el músculo del corazón se agranda de una manera no natural y genera problemas para el bombeo de la sangre. Incluso dificulta la circulación de sangre al cerebro.
Pero también hay otras causas, que van desde diferentes problemas cardíacos hasta el consumo de drogas. "Se sabe que otra causa que provoca la muerte es una arritmia cardíaca, que se llama taquicardia ventricular, que se produce por bajo volumen de sangre eyectado por el corazón e insuficiente oxígeno que llega a los tejidos", cuenta Debbag.
También explica que si bien la frecuencia de estas muertes es relativamente baja a nivel mundial, donde según datos se sabe que anualmente muere uno de cada 200 mil atletas, hay que tener en cuenta que el porcentaje puede ser levemente más alto ya que estos datos contabilizan sólo los deportes de difusión masiva y no tiene en cuenta deportes menos populares.
En países del primer mundo, anualmente el número de víctimas no es menor. Según diferentes fuentes, en España hay un promedio de 25 muertes súbitas anuales en el mundo del deporte. Estados Unidos arroja un saldo de 100 deportistas por año.
Aquellas fatídicas y breves agonías
El 26 de junio del 2003, en la Copa de las Confederaciones jugada en Francia, el camerunés Marc-Vivien Foe pasó los últimos momentos de su vida con los botines puestos y en medio de una cancha de fútbol. Las cámaras de televisión captaron su caída fulminante al suelo y sus ojos desorbitados, que veían la luz por una última vez.
El futbolista fue retirado del campo de juego y falleció en los vestuarios, mientras el partido continuaba, al igual que el resto del torneo.
Otro jugador que falleció en medio de un partido fue el húngaro Miklos Feher, el 25 de enero del 2004. El futbolista del Benfica portugués sufrió la misma suerte que el africano. En un partido de la liga frente al Vitoria, cuando ya se terminaba el encuentro, al joven futbolista, de 24 años, se lo vio sonriente incluso segundos antes de que comenzara a sentirse mal. Fue ahí que se agachó y se desplomó en el césped.
Pese al auxilio de sus compañeros y el traslado de urgencia al hospital, nada cambió el triste destino del jugador.
En octubre del mismo año el destino persiguió al defensor brasileño Serginho, del Sao Caetano, quien en medio de un partido ante el San Pablo, su cuerpo se derrumbó en la cancha. El futbolista sufría un problema cardíaco y seguía un tratamiento, aunque los médicos en ese momento consideraron que el riesgo de jugar profesionalmente no traería consecuencias.
Pero no sólo en el fútbol se produjeron estos trágicos recuerdos. El 7 de enero del 2001, el basquetbolista Gabriel Riofrío fue víctima de un paro cardíaco y murió a los 23 años, mientras jugaba un encuentro para Estudiantes de Bahía Blanca. El jugador tenía problemas cardíacos desde los 16 años, pero los reglamentos de la liga no exigían un examen médico para jugar en ella.
Prevención
A partir del crecimiento de la preocupación por este tema, se comenzó a darle mayor importancia a la prevención de estas situaciones. Se puede llegar a detectar en un examen clínico, donde el médico puede escuchar el soplo del corazón. El doctor Francella comenta que para confirmar el problema se realiza un ecocardiograma, pero no es un examen de rutina.
En Argentina, recientemente la AFA recibió la donación por parte de la empresa Philips un desfibrilador automático, con el fin de auxiliar en un caso de emergencia a quien sufra un ataque.
La función de este aparato es dar una descarga eléctrica que, aplicada en el momento justo (cuando el ritmo cardíaco de una persona se acelera demasiado y provoca una arritmia), regresa el funcionamiento del corazón a la normalidad, lo que permite salvar la vida de alguien y evitar la muerte súbita.
Hace un par de meses al mediocampista de Vélez Marcelo Bravo, de 20 años, se le detectó un problema en el corazón y, a manera de prevenir alguna fatalidad, los médicos del club, pese a que el volante no siente dolor ni tiene antecedentes cardíacos, decidieron que frene la actividad física.
En Brasil, luego de la mencionada muerte de Serginho se separó de sus equipos a los futbolistas Ciro y Lugao, del Vasco da Gama y Fluminense, respectivamente. Fue porque también se les descubrió problemas en el corazón. Ahmedabad
Cada año muere uno de cada 200 mil atletas, pero el número es mucho mayor si se tiene en cuenta que sólo tienen difusión los deportes masivos. Qué es, cómo se produce y cómo prevenirla. Los casos más rutilantes de los últimos años y las explicaciones de médicos que hablaron con Infobae.com
Probablemente la mayoría de la gente no se acordará el nombre de aquel camerunés, pero a muchos les quedarán grabadas en su memoria las impactantes imágenes de televisión que filmaron los último momentos de su vida, cuando cayó fulminado y falleció en medio de un campo de juego.
La muerte súbita es un tema que levantó el volumen en el mundo del deporte y la prevención de este tipo de casos comenzó a tomar una notoria importancia.
Mucho se habló y se sigue hablando acerca de las precauciones que deben tomarse en los deportes de alta competencia, donde muchos deportistas son sobreexigidos físicamente y pueden alcanzar niveles críticos en su resistencia.
Pero antes de seguir hablando del tema hay que explicar qué es la muerte súbita. Según el doctor Norberto Debbag, un cardiólogo especialista en deportes con quien se comunicó Infobae.com, "se denomina muerte súbita a la que ocurre de forma brusca e inesperada dentro de la primera hora del inicio de los síntomas, en un individuo supuestamente sano, como sería el caso de un deportista, lo que lo hace más temible".
Los síntomas son los conocidos por el público en este tema debido a las ya mencionadas imágenes televisivas. Palpitaciones, dolor de pecho, desmayos, todos esto puede transformarse en un augurio de que lo peor puede suceder.
Pero para tomar conciencia e intentar prevenir estas situaciones, primero hay que conocer qué es lo que causa una muerte de este tipo. En cuanto a la actividad de los deportistas profesionales, se pueden tomar varias causas: desde problemas cardíacos hasta consumo de drogas.
Varias son los factores que pueden provocar la inesperada muerte, pero sin duda hay una enfermedad que es la principal causa en los profesionales, llamada Miocardiopatía Hipertrofia Idiopática. Jorge Franchella, médico deportólogo, explica que se caracteriza porque el músculo del corazón se agranda de una manera no natural y genera problemas para el bombeo de la sangre. Incluso dificulta la circulación de sangre al cerebro.
Pero también hay otras causas, que van desde diferentes problemas cardíacos hasta el consumo de drogas. "Se sabe que otra causa que provoca la muerte es una arritmia cardíaca, que se llama taquicardia ventricular, que se produce por bajo volumen de sangre eyectado por el corazón e insuficiente oxígeno que llega a los tejidos", cuenta Debbag.
También explica que si bien la frecuencia de estas muertes es relativamente baja a nivel mundial, donde según datos se sabe que anualmente muere uno de cada 200 mil atletas, hay que tener en cuenta que el porcentaje puede ser levemente más alto ya que estos datos contabilizan sólo los deportes de difusión masiva y no tiene en cuenta deportes menos populares.
En países del primer mundo, anualmente el número de víctimas no es menor. Según diferentes fuentes, en España hay un promedio de 25 muertes súbitas anuales en el mundo del deporte. Estados Unidos arroja un saldo de 100 deportistas por año.
Aquellas fatídicas y breves agonías
El 26 de junio del 2003, en la Copa de las Confederaciones jugada en Francia, el camerunés Marc-Vivien Foe pasó los últimos momentos de su vida con los botines puestos y en medio de una cancha de fútbol. Las cámaras de televisión captaron su caída fulminante al suelo y sus ojos desorbitados, que veían la luz por una última vez.
El futbolista fue retirado del campo de juego y falleció en los vestuarios, mientras el partido continuaba, al igual que el resto del torneo.
Otro jugador que falleció en medio de un partido fue el húngaro Miklos Feher, el 25 de enero del 2004. El futbolista del Benfica portugués sufrió la misma suerte que el africano. En un partido de la liga frente al Vitoria, cuando ya se terminaba el encuentro, al joven futbolista, de 24 años, se lo vio sonriente incluso segundos antes de que comenzara a sentirse mal. Fue ahí que se agachó y se desplomó en el césped.
Pese al auxilio de sus compañeros y el traslado de urgencia al hospital, nada cambió el triste destino del jugador.
En octubre del mismo año el destino persiguió al defensor brasileño Serginho, del Sao Caetano, quien en medio de un partido ante el San Pablo, su cuerpo se derrumbó en la cancha. El futbolista sufría un problema cardíaco y seguía un tratamiento, aunque los médicos en ese momento consideraron que el riesgo de jugar profesionalmente no traería consecuencias.
Pero no sólo en el fútbol se produjeron estos trágicos recuerdos. El 7 de enero del 2001, el basquetbolista Gabriel Riofrío fue víctima de un paro cardíaco y murió a los 23 años, mientras jugaba un encuentro para Estudiantes de Bahía Blanca. El jugador tenía problemas cardíacos desde los 16 años, pero los reglamentos de la liga no exigían un examen médico para jugar en ella.
Prevención
A partir del crecimiento de la preocupación por este tema, se comenzó a darle mayor importancia a la prevención de estas situaciones. Se puede llegar a detectar en un examen clínico, donde el médico puede escuchar el soplo del corazón. El doctor Francella comenta que para confirmar el problema se realiza un ecocardiograma, pero no es un examen de rutina.
En Argentina, recientemente la AFA recibió la donación por parte de la empresa Philips un desfibrilador automático, con el fin de auxiliar en un caso de emergencia a quien sufra un ataque.
La función de este aparato es dar una descarga eléctrica que, aplicada en el momento justo (cuando el ritmo cardíaco de una persona se acelera demasiado y provoca una arritmia), regresa el funcionamiento del corazón a la normalidad, lo que permite salvar la vida de alguien y evitar la muerte súbita.
Hace un par de meses al mediocampista de Vélez Marcelo Bravo, de 20 años, se le detectó un problema en el corazón y, a manera de prevenir alguna fatalidad, los médicos del club, pese a que el volante no siente dolor ni tiene antecedentes cardíacos, decidieron que frene la actividad física.
En Brasil, luego de la mencionada muerte de Serginho se separó de sus equipos a los futbolistas Ciro y Lugao, del Vasco da Gama y Fluminense, respectivamente. Fue porque también se les descubrió problemas en el corazón. Ahmedabad