El ejercicio regular y la actividad física son esenciales para su salud física y emocional; además le pueden brindar diversión y ayudar a liberar el estrés. Está demostrado que las personas activas físicamente son menos vulnerables a la depresión. En muchas personas el ejercicio regular puede reducir significativamente los síntomas de la depresión, haciéndolas más tolerantes al estrés y mejorando su propia imagen.
Mantenerse inactivo por largos períodos de tiempo puede llevar a la debilidad, fatiga, rigidez muscular, falta de apetito, obesidad, presión sanguínea alta, osteoporosis, estreñimiento, hipersensibilidad al dolor, ansiedad y depresión. En esta última el efecto recíproco entre inactividad y depresión puede agravar la situación, si paso a paso no se encuentra cómo salir del círculo vicioso. La única forma de salir de él es la actividad y el ejercicio.
El ejercicio puede subir su estado de ánimo justo después de realizarlo y después de algunas semanas de practicarlo durante por lo menos 20 minutos, tres a cuatro veces por semana, usted puede percibir una mejora duradera de su estado de ánimo. El ejercicio mejora su aptitud física y su energía, lo cual le permite mantenerse más activo y finalmente es una buena forma de liberar el estrés cuando usted está tensionado.
Cuando usted vaya a iniciar su programa de ejercicio tenga en cuenta:
Hacer un examen físico antes de iniciar y preguntar al médico si hay alguna limitación para su actividad.
Escoja las actividades correctas para usted, las que disfrute, porque el mayor reto es mantenerse en ellas.
La variedad de actividades le ayudará a no aburrirse. Puede escoger una actividad aeróbica, en la que su ritmo cardiaco se acelera, por ejemplo montar bicicleta, correr, bailar, nadar, caminar rápido, y otra anaeróbica como el yoga o las pesas. Los dos tipos de actividad han demostrado efectos positivos en el estado de ánimo.
Aprenda ejercicios para estirar y calentar correctamente. Hágalos al inicio de cada sesión para evitar dolores y lesiones.
Haga su rutina regularmente, tres a cuatro veces por semana; recuerde que la frecuencia es más importante que la duración.
Manténgase hidratado bebiendo agua antes de realizar su rutina y durante la misma.
Procure realizar actividades al aire libre, en contacto con la naturaleza.
Incluya otras personas si le es posible, un familiar o amigo para que se sienta acompañado, pero no dependa de la otra persona para cumplir con sus objetivos.
Céntrese en el disfrute y ponga mayor atención en cómo se siente, que en cómo se va a ver físicamente.
Haga su programa de ejercicio definiendo objetivos alcanzables para que se motive usted mismo al lograrlos.
Si usted enfrenta una depresión maniaco depresiva, tenga en cuenta que puede ser más recomendable el ejercicio suave en un momento maniaco, porque el ejercicio extenuante puede agravar la situación. Ahmedabad