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RECORDANDO LA HISTORIA DEL FUTBOLISTA VÍCTOR BÓRQUEZ MIRANDA

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Nació en 1956 en Puerto Natales.

El sol tímidamente comenzaba a emerger la madrugada de ese viernes primero de enero. Horas antes, todos los porteños y los miles de visitantes se extasiaban con el festival pirotécnico que alumbraba la bahía de Valparaíso, dándole la bienvenida al año 1982. Todos invocaron los deseos de mejores tiempos, ventura en el futuro y un pasar tranquilo en eso año que se iniciaba.

Santiago Wanderers pasaba por momentos difíciles jugando en Segunda División, habiendo caído a esta por segunda vez en su historia.

Veintidós equipos se esforzaban en un extenuante campeonato que por su extensión, traspasaba el año calendario de 1981. Por esto los jugadores del equipo caturro, pasaron las fiestas alegres pero cuidándose de no trasnochar, ya que al día siguiente tendrían que abordar un bus, para viajar a una ciudad del sur, y jugar un partido mas del campeonato.

Ese viernes pasó raudo y los jugadores a medida que pasaba cada hora, se mentalizaban en todo lo que vendría al día siguiente. Largo viaje, prepararse para un partido difícil, y en lo posible volver con un triunfo. Lo que a todos los viajeros ni siquiera remotamente se les pasaba por la mente, era que uno de ellos no volvería de ese viaje, y partiría a una travesía sin retorno.

Víctor Bórquez Miranda nació en año 1956, en la ciudad de sureña de Puerto Natales. Juega de joven en los clubes Esmeralda y Natales de su ciudad natal, como en la selección de aquella. Abandona de joven su lugar de nacimiento para probar suerte en el fútbol, buscando su oportunidad en el centro del país.

Luego de pasar por otros clubes, llega a jugar por el Vagabundo en la temporada de 1979, con el equipo recién ascendido a Primera División. Ese año la actuación raya en el fracaso, llegando al final del campeonato en la penúltima posición junto a Santiago Morning, teniendo que definir ambos quién desciende, y el que ganara ese partido, jugaría una liguilla para poder seguir en la división de Honor. Estadio Sausalito, 27.037 espectadores. Wanderers gana al “chaguito” por 1 a 0. Gol de Bórquez. La revista Estadio indica “¡Qué gran gol el del puntero Bórquez! De los buenos goles del año, no solo por su importancia, sino por su concreción. Un carretón y la calma e inteligencia para asegurarlo levantando el balón suavemente por sobre el arquero Olivera, que insinuaba una salida. Bórquez jugó su mejor partido y a no dudarlo fue la figura de su equipo”. A la semana siguiente Santiago Wanderers, ganaría la liguilla jugada en Arica, quedando en Primera División.

Al año siguiente, se repite la nefasta campaña, terminando nuevamente penúltimo, pero esta vez descendió directamente a Segunda División.

Víctor acepta el desafío de jugar en los llamados “potreros” y aportar para que el equipo caturro, volviera rápidamente al lugar que se merece. Eso cumplía esa mañana del sábado dos de enero a primera hora, subiendo al bus con sus compañeros, para emprender viaje al sur y ser parte del equipo que jugaría con Malleco Unido, haciendo el máximo esfuerzo para traer los puntos al Puerto.

Pasadas las seis de la tarde, el bus se detiene cerca de en un remanso del río Perquílauquen, a un costado de la Carretera Panamericana, 50 kilómetros de Chillán. El objetivo era estirar las piernas y refrescarse un poco, para seguir el viaje a la ciudad de Angol con renovados bríos. Al volver a subirse al bus, lo jugadores notan la ausencia de Bórquez. Se bajan, buscando y gritando su nombre a viva voz. Un lugareño indica que río arriba, vio a uno del grupo refrescándose en el agua. Corrieron hacia dicho lugar, y con sorpresa y estupor se encuentran con el cuerpo sin vida del puntero izquierdo, en un recodo del río donde la profundidad no alcanzaba a un metro.

Con 25 años, el oriundo de Puerto Natales entraba a la historia de Santiago Wanderers, a mucho pesar, incorporando un mártir, que nunca quisiera haber incorporado.

En su honor, la barra oficial llevó su nombre durante un tiempo.

Víctor Bórquez Miranda hoy descansa en paz en su tierra natal. Ciudad que denomina en su honor el estadio, en recuerdo de su hijo ilustre. Además de estar ligado al devenir de momentos tristes en la vida de Santiago Wanderers de Valparaíso, el Decano del Fútbol Chileno.

Nota por Alfonso Gómez