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Durante años nos han dicho que ciertos alimentos eran terribles para la salud y había que evitarlos a toda costa -como los huevos, que fueron acusados durante décadas de elevar el colesterol, solo para que estudios posteriores establecieran que las grasas en el huevo son fundamentalmente poliinsaturadas y que, de hecho, pueden ser una ayuda para disminuir el colesterol malo en la sangre. De igual modo, muchos otros alimentos que quizá estés evitando no son tan terribles como nos lo han hecho ver:
Mantequilla de maní
La mantequilla de maní es rica en grasas beneficiosas para el corazón y es una buena fuente de proteínas, razón por la cual es recomendada en dietas veganas y vegetarianas. Si bien es conveniente evitar las versiones industrializadas, que contienen sales añadidas, azúcares y otros aceites, una mantequilla de maní sin aditivos artificiales es un excelente añadido a nuestra alimentación. Una porción de dos cucharadas contiene hasta 8 gramos de proteína y entre 2 y 3 gramos de fibra, además de ser fuente de vitaminas B, E y potasio. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mantequilla de maní es un alimento denso calóricamente -una ración tiene alrededor de 200 calorías- así que es conveniente mantener las cantidades bajo control.
Chocolate
Sí, chocolate. El chocolate contiene sustancias antioxidantes y antiinflamatorias que protegen tu corazón de enfermedades, mejora la flexibilidad de las arterias, y reduce el riesgo de un accidente cerebrovascular. El problema no es el chocolate, sino la grasa en la leche y el azúcar que se le añade: siempre que elijas chocolate con un alto contenido de cacao (70% es recomendable), estarás consumiendo nutrientes clave como potasio, hierro, zinc y selenio, ayudando a reducir tu colesterol “malo”, protegiendo tu piel contra el daño solar y mejorando tu sensibilidad a la insulina. Por si fuera poco, el chocolate ayuda a tu cuerpo a liberar endorfinas, lo que puede contribuir a hacerte sentir mejor emocionalmente.
Comida china
Esta popular opción de comida a domicilio suele tener la peor de las reputaciones por su contenido de grasa, cuando en realidad todo depende del plato que elijas. Los platos ricos en vegetales y proteínas (como vegetales salteados con tofu o con pollo) suelen ser relativamente bajos en calorías, en particular aquellos preparados al vapor -un método de cocción muy popular en la cocina china y que ayuda a preservar los nutrientes en los alimentos-. Además, puede llenarte más que otras opciones, en particular si agregas una sopa, un platillo sumamente frecuente en las dietas asiáticas y que diversos estudios muestran que nos ayuda a consumir menos comida y a saciar más rápidamente.
Papas
Se les acusa de ser altas en carbohidratos y calorías, pero no debemos olvidar que las papas no contienen grasa y aportan fibra, potasio y vitaminas C y B. Puede sorprenderte saber que una papa mediana contiene el 70% de tus necesidades diarias de vitamina C. Para preservar los nutrientes, prepara las papas sin pelarlas, ya que la piel es una importante fuente de vitaminas y fibra.
Palta
Las paltas han sido acusadas de ser altas en grasa, y si bien esto es cierto, esa grasa es monoinsaturada, es decir, el tipo de grasa que es necesaria en la alimentación y buena para el corazón. Reemplazar grasas saturadas de tu dieta con opciones monoinsaturadas como la palta (por ejemplo, untar tu tostada con palta en vez de mantequilla) te ayudará a tener una dieta más sana, reducir el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas, y aportará nutrientes a tu alimentación: la palta tiene más potasio que el plátano, es alta en fibra y puede incluso ayudarte a perder peso, sin contar con que es sencillamente deliciosa.
