.gif)
Se genera un aumento en la perfusión y circulación sanguínea.
La práctica regular de actividad física y ejercicio provoca un aumento de la circulación del flujo sanguíneo, lo que permite depurar de forma más efectiva las toxinas que pueden ser causantes de infecciones cutáneas o simplemente, de un aspecto poco sano y estético.
Al practicar un deporte, se genera un aumento en la perfusión y circulación sanguínea hacia la piel, favoreciendo entre otras cosas, la llegada de nutrientes y oxígeno, estimulando mejorías en la calidad de la piel. El Dr. Sebastián Andreani, Dermatólogo de Clínica MEDS La Dehesa, enumera los distintos beneficios que tiene la práctica regular de actividad física para un mejor cuidado y aspecto de la piel:
1. Si el ejercicio se repite de forma periódica, podría influir en contrarrestar lo efectos provocados por los radicales libres en la piel, frenando los signos de fotoenvejecimiento como la aparición de arrugas, flacidez y manchas, además de optimizar la textura y apariencia.
2. El aumento de la circulación de la sangre cuando el cuerpo entra en mayor movimiento, permite depurar de forma más efectiva las toxinas que pueden ser causantes de infecciones cutáneas o simplemente, de un aspecto poco sano y estético.
3. La sudoración que se produce durante el ejercicio ayuda a la eliminación de células muertas de la epidermis, así como suciedad e impurezas que están en la superficie, es decir, se genera una exfoliación natural.
4. Con la sudoración los poros se abren permitiendo la salida de toxinas, destapando los conductos de las glándulas sebáceas capaces de generar problemas como el acné.
5. La actividad física disminuye los niveles de insulina, hormona que en la piel colabora con la producción de sebo, y se relaciona a la aparición de manchas e incluso tumores en la piel en zonas de pliegues, como en el cuello y axilas, llamados fibromas blandos o acrocordones.
6. Estudios indican que el ejercicio ayuda a preservar y renovar el colágeno y la elastina. El colágeno es el componente más abundante de la piel, y es el encargado de dar la firmeza. Por lo tanto, al renovarse y preservar el colágeno, se evita la flacidez y otros síntomas de envejecimiento. Al mantener la elastina, la piel se conserva más firme y elástica, así como más resistente a cambios tales como el estiramiento al subir de peso.
7. El ejercicio diario ayuda a reducir el estrés, dado por la liberación de endorfinas, y además favorece un mayor descanso durante la noche. Esto es ideal para la piel, ya que la falta de sueño y el estrés pueden perjudicarla. Con el estrés pueden aparecer o agravarse muchas enfermedades a la piel, como la psoriasis, rosácea, acné y dermatitis. Además, el buen descanso ayuda a evitar las ojeras y las bolsas en los ojos.
8. En el caso de la celulitis o piel de naranja, el ejercicio es el mejor tratamiento para prevenir y para mejorarlo, reduciendo la grasa visceral, mejorando la circulación en esas zonas, mejorando el drenaje linfático y venoso.
9. En el cabello así como en la piel, al aumentar la circulación sanguínea con la práctica de ejercicio se mejora la tonalidad, suavidad, caída y brillo.
10. Durante la práctica del ejercicio al aire libre, se debe usar protector solar para proteger tu piel de los rayos UV, y además se debe evitar la irritación de la piel, usando ropa adecuada y materiales que protejan la piel, como aquellas que permiten el secado rápido.
11. Es importante bañarse enseguida luego del ejercicio y secar bien todas las zonas del cuerpo, especialmente donde hay pliegues, ya que el sudor y la humedad en contacto permanente pueden irritar la piel o favorecer la aparición de setas en zonas húmedas o inflamación de los folículos o foliculitis en zonas pilosas.
